Escuchar, preguntar, actuar
La mayoría de los esfuerzos de cambio fracasan. Sea de lo que sea, de crear hábitos, una cultura, cambiarla. No importa.
Bienvenido, bienvenida a Rodobo, un boletín quincenal que explora la relación entre el diseño de producto, la experimentación, analítica y las empresas.
Hola, ¿cómo estás?
Soy Juan Rodriguez y esta semana te escribo más tranquilo, después de dos semanas muy intensas, de mucho trabajo, retos profesionales, clases y viajes.
Con respecto a las clases del 31 de mayo y 2 de junio, las disfruté muchísimo y a pesar de los nervios, terminé con una sensación placentera de querer repetir pronto. En parte, me sentí como explica Jacin en este hilo de Twitter.
Si bien, han sido dos semanas duras porque todo se condensó en ellas. El evento de equipo entre Minimum y NocodeHackers, además de la dinámica con el de mendesaltaren, durante los días 1 y 2 de junio. Fueron días inolvidables pero muy cansados. Seguro que si algún compañero o compañera me lee, sabrá a lo que me refiero.
Dicho esto, esta edición trataré de hacerla un poco más sencilla. Creo que necesito un descanso.
Y como viene siendo habitual, tienes el envío anterior, titulado “La normalización y superación del síndrome del impostor” en este enlace.
Conversaciones
Seguimos con las conversaciones interesantes. Quién me iba a decir a mí que llegaría a los 29 episodios.
En esta ocasión cuento con una invitada, Maite Antolin, diseñadora en Secuoyas, trabajando el producto de un proyecto interno llamado Griddo.io.
Hemos hablado de por qué hay que poner al usuario en el centro cuando diseñamos y qué necesitamos para ello.
Ha quedado una charla muy amena que publicaré antes de que termine la semana. Puede ser que el jueves por la tarde o viernes a medio día.
Si no quieres perdértelo, aquí tienes un enlace para suscribirte a Spotify.
Muchas gracias a Maite por la conversación y a Luisa por la gestión.
Escuchar, preguntar, actuar
Cómo venía diciendo, en esta edición lo haremos algo más simple.
La mayoría de los esfuerzos de cambio fracasan. Sea de lo que sea, de crear hábitos, una cultura, cambiarla. No importa. La mayoría fracasan porque las personas intentamos resolver múltiples problemas con soluciones milagrosas.
Y esto crea más problemas que soluciones.
Algunos ejemplos comunes son el de usar "usuarios activos diarios" como la north star metric de tu negocio.
A menos que estés intentando crear una red social, no es una métrica accionable que exprese valor en ambas direcciones: usuario y negocio. Pero ahora, toda la compañía piensa que el objetivo es aumentar los DAU (daily active users). ¿No es perfecto?
Otro ejemplo es esperar que un mentor te ayude a “moverte más rápido”. Y cuando te quieres dar cuenta descubres que el verdadero problema es que la compañía no tiene una estrategia compartida y coherente con el resto de personas.
Las soluciones milagrosas crean más problemas.
Y esto pasa porque las personas que intentan el cambio no hacen una de estas tres cosas: escuchar, preguntar o actuar.
Necesitamos más sesiones de feedback
Lo he comentado mucho, tal vez porque disfruto mucho de las sesiones de feedback entre personas (retroalimentación como palabra me gusta más, pero para entendernos usaré feedback). Es importante dejar tu ego a un lado, saber quién eres realmente y darle a cada momento la importancia que merezca, pero si nadie te dice lo que puedes mejorar para ayudar, ¿cómo vas a descubrirlo?
Esto pasa porque a menudo no sabemos la respuesta a los problemas organizacionales que estamos tratando de resolver. Tenemos suposiciones basadas en nuestra intuición y experiencias pasadas. Pero las suposiciones son solo suposiciones: creencias para poner a prueba y con las que experimentar.
No sabemos la respuesta porque cada organización es un sistema complejo. Los sistemas complejos no tienen mejores prácticas. Una estrategia que funcionó para su empresa B2B SaaS puede no funcionar para su empresa B2C. Y lo más normal es que no funcione.
Las empresas y los equipos son sistemas complejos. Y los sistemas complejos no tienen respuestas claras. Por lo tanto, debemos centrarnos en acortar y tener más ciclos de feedback en lugar de asumir que nuestras soluciones resolverán el problema.
Tu sistema nervioso transmite señales a diferentes partes de tu cuerpo en milisegundos, y sin embargo, en la mayoría de compañías, los ciclos de feedback se realizan en meses. Y los procesos que ralentizan equipos son percibidos como imposibles de editar o eliminar.
Realizar estas sesiones de feedback en un menor tiempo permiten a los equipos aprender más rápidamente de los problemas. Pasas de saber el problema que sabrías en meses a saberlo en cuestión de días.
Escucha, pregunta y actúa
En otra edición sobre las retros mencioné que estaba intentando mejorar mi nivel de inglés escuchando podcasts.
Recientemente he estado escuchando este “Brave New Work” de The Ready con Gayle Karen. Me gusta el concepto que explica: escuchar, preguntar y dar el siguiente paso, o lo que yo llamo actuar en consecuencia.
Gayle estaba en proceso de convertirse en monja antes de ser directora de talento y cultura de la fundación Wikimedia en 2011. Quizá por eso, lo tiene tan interiorizado y a mí me sorprende aún por lo sencillo y fácil que es.
Escuchar, preguntar y actuar.
Sea cual sea tu reto y tu perfil, el momento en el que estés en una compañía, de tí se espera que ayudes a la empresa a trabajar hacia resultados. Escuchar, preguntar y actuar es una buena metodología que podemos seguir.
Te dejo el podcast aquí y te voy explicando.
Cómo poner en práctica estos tres pasos
Escuchar
Escuchas no solamente lo que la gente dice sino lo que el sistema nos está diciendo, prestando atención a los problemas visibles e invisibles.
Los problemas visibles se detectan respondiendo las siguientes preguntas:
¿Qué se está diciendo?
¿Qué está escrito?
¿De qué problemas se habla internamente?
¿De qué habla la empresa públicamente?
Aquí podemos observar:
Cómo se llevan a cabo las reuniones
Quién toma las decisiones sobre lo que hacer y qué pasa cuando una persona no está de acuerdo sobre lo que hacer
Cómo se toman las decisiones importantes
Cómo cambian los objetivos cuando se está progresando (tanto para bien como para mal)
Los problemas invisibles responden más a lo que no se está diciendo y a los diferentes tipos de elefantes que hay en la habitación. Y para detectarlos, podemos observar:
Cómo te sientes al terminar la jornada y cómo se sienten tus compañeros
Las percepciones de los demás sobre tu papel en el equipo y sobre otros equipos
Cómo se da ese feedback y cómo se recibe
Los planes de carrera y cómo se crece
Preguntar
Preguntar es simplemente indagar, dar un paso hacia adelante desde escuchar.
Tu objetivo aquí no es influir o convencer. Tu objetivo es descubrir. Y ver el problema antes de resolverlo.
Quieres nueva información, refutar ideas y por eso escribes tus propias preguntas, algo así como las siete preguntas del coaching, pero propio.
Más abajo, tienes en recursos un artículo sobre el arte de enmarcar problemas que estuve leyendo durante la semana pasada.
Actuar
Una vez indagas, has preguntado y tienes respuestas, es turno de actuar, de dar el siguiente paso.
Los pasos deben ser tan pequeños y tangibles que podrías darlos mañana mismo si te lo propones.
¿Qué puedes hacer aquí? ¿Una conversación que necesitas tener con una persona específica? ¿Necesitas encontrar más información? ¿Dónde puedes encontrarla?
¿Necesitamos hacer un taller para que todo el equipo entienda una problemática? ¿Una reunión estratégica para recabar información sobre dónde nos dirigimos?
La idea no es tener un plan de 3 a 6 meses porque cuando lo tengas, encontrarás nueva información. Esta nueva información cambiará tu plan y en ese momento tendrás que volver a plantear el plan desde cero.
¿Cuándo fue la última vez que un plan a 3 meses funcionó? El mío puede que en la universidad, qué tiempos aquellos. El resto es ir creando hábitos, escuchando, preguntando y actuando.
¿Qué sigue a actuar? Volver a escuchar. El ciclo continúa.
Mis conclusiones
Me gusta el ejemplo de la jardinería en las empresas porque éstas no son máquinas que podamos controlar sino jardines que atendemos, cuidamos y creamos.
Las empresas son sistemas complejos, los productos son sistemas complejos y las personas somos complejas. No podemos controlar la complejidad ni tampoco podemos predecirla.
No podemos controlar cómo crece un árbol, pero podemos visualizarlo, cuidarlo y hacerlo realidad.
¿Y qué es lo máximo que podemos hacer? Me gusta eso de “escuchar, preguntar y actuar”.
Lo que he leído estas semanas
Muy buen contenido de Shishir Mehrotra y Matt Hudson de Coda.
En él, Shishir explica que cuando se fundó Coda, después de haber trabajado juntos en YouTube, él y Matt habían desarrollado una fórmula para enmarcar problemas. A lo largo de los años, tras los desafíos a los que se han enfrentado con Coda, han perfeccionado y formalizado estas técnicas.
Establecer reglas es más crítico cuando cambias a un modelo de trabajo en remoto
“Los roles mal definidos aumentan la necesidad de comunicación y el tiempo dedicado a reuniones”.
Me encanta, os dejo la propia descripción del programa.
“¿Qué nos impide hacer el mejor trabajo de nuestras vidas? La forma en que trabajamos. Ya sea que estés creando una startup o reinventando una empresa global, cada día es una batalla entre el caos y la burocracia. Pero, ¿y si hay una tercera vía? Aaron Dignan y Rodney Evans ayudan a equipos de todo el mundo a descubrir una forma de trabajar más adaptativa y humana.”
Una frase
Cada diseño exitoso es solo la última iteración de una serie de errores. – Khoi Vinh
Inspiración
Construyendo en público
Vamos con las métricas de Rodobo, a fecha del lunes 13 de junio de 2022 por la tarde.
Suscripciones: 523 personas (47 personas más desde la última edición. Creo que la mayor hasta la fecha. No te imaginas la ilusión que me hace. Muchas gracias)
Tasa de apertura de la edición anterior: 52%
Visualizaciones de la edición anterior: 650 visualizaciones (la compartí un par de veces en diferentes horarios y el que mejor funciona, a medio día).
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La foto de portada la hice en abril de 2022, hace unos meses. Está realizada desde un puente que cruza la autovía desde mi barrio hasta un parque en el que dar un paseo y que tiene unas vistas en las que se ve todo el horizonte de Madrid.
Nada más, nos leemos en 15 días.
Gracias.