Feedback como herramienta para avanzar
Escucha los comentarios que provienen de lugares que dan forma a tu trabajo. Al ofrecer feedback, sitúate desde una perspectiva de mejora.
Bienvenido, bienvenida a Rodobo, un boletín quincenal que explora la relación entre el diseño de producto, la experimentación, analítica y las empresas.
Hola, ¿cómo estás?
Aquí Juan Rodriguez Talavera una edición más.
Esta edición la mantendremos más corta y concreta. Como siempre, tienes la anterior “Renunciar para alcanzar objetivos” en este enlace.
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Conversaciones
Sobre diseño visual en producto digital, con Clara Belén Landín,
Empecé estas conversaciones porque me ilusiona hablar con personas que tienen un gran talento y pasión por lo que hacen. Clara es una de esas personas. Entre otros temas, en esta conversación hablamos de:
Qué le mueve a Clara como diseñadora
Cómo influyen nuestros referentes en la forma de ver el diseño
Hasta qué punto es importante el conocimiento de una herramienta
El papel del diseño visual en la experiencia de usuario y en producto digital
Qué hace que un producto tenga un buen diseño
El rol del diseñador visual en producto digital
Belleza en diseño visual
Muchísimas gracias por tu tiempo, Clara.
Puedes escuchar este episodio en este enlace, y desde aquí abajo.
Feedback como herramienta para avanzar
Estoy seguro de que todos hemos recibido, en algún momento de nuestra carrera profesional, comentarios sobre nuestro trabajo que no hemos aplicado.
El otro día, en una conversación con un antiguo compañero de trabajo, al ponernos al día sobre cómo habíamos evolucionado desde que trabajábamos juntos me preguntó: ¿alguna vez has compartido comentarios que no han servido de nada?
Me hizo pensar porque, evidentemente, la respuesta es afirmativa. He dado, muchas veces, en diferentes ocasiones y contextos, comentarios que no han servido para avanzar. Y creo que lo más probable es que tú también lo hayas hecho. No es nada negativo, ni mucho menos, pero pienso que es importante saber que no son útiles.
¿Cómo saber que tus comentarios no son útiles? Tal vez porque no se actuó después de ellos, no se integró como esperaba en el proyecto. Entonces, ¿por qué los comentarios que damos no fueron útiles? Pueden ser por varias razones:
Estás interrumpiendo el flujo de trabajo
Eres la primera persona que da su opinión cuando alguien dice que “cualquier comentario es bienvenido”
No te sientes bien con tu trabajo y te desquitas dando comentarios, injustamente, a otras personas
Tal vez los comentarios son correctos pero no lo es el momento ni están al servicio de los objetivos de esa persona
Mi punto aquí es que el feedback toma muchas y diferentes formas cada vez que lo damos. Puede ser:
Un mensaje directo en la herramienta de comunicación interna que utilices
Un comentario en una conversación con todo el equipo
Una conversación distendida en una 1to1
Un comentario con contexto determinado en Figma, Notion e incluso un documento de Google
Cualquier punto es válido para comprender que el problema es más sistémico de lo que crees.
Y esto trae más preguntas que respuestas y lo que a mí me ha pasado algunas veces, que lo primero que piensas es “entonces, ¿por qué no me dices qué hacer?”.
Pedir y dar feedback
Cuando pido comentarios, no siempre, lo reconozco, intento escuchar y leer los comentarios destinados a ayudar a mejorar mi propuesta. Es decir, presto menos atención a todo lo demás que no sea específico.
¿Por qué? Porque estoy filtrando la señal del ruido. Me concentro en lo que puedo mejorar en lugar de centrarme en lo que está mal, falta o es deficiente de mi trabajo.
El buen feedback proviene de un lugar en el que queramos dar forma a un trabajo concreto. La persona que ofrece comentarios debe invertir tiempo en dar forma a ese trabajo concreto. Yo, por ejemplo, cuando comparto comentarios intento recordar que tengo que dar feedback que tenga la intención de mejorar la propuesta, solución, resultado, reto. Piensa en que la mayoría de las personas quieren comentarios prácticos.
Si por el contrario eliges no prestar atención a los comentarios que no están destinados a mejorar tu trabajo, no eres menos profesional.
Espacios para un feedback saludable
He estado en muchas sesiones críticas de trabajo. En Diario AS lo teníamos de los informes que realizábamos. Era una sesión bastante informal entre compañeros con el objetivo de mejorar nuestras entregas al resto del periódico.
También tuve una experiencia similar durante mi etapa en Product Hackers. Mientras Juanma Varo, Pablo Pérez-Manglano y yo estábamos dando forma al equipo de Growth surgió la necesidad de crear un espacio similar al Braintrust que Ed Catmull de Pixar describe en “Creatividad S.A”.
De ambas sesiones recogí aprendizajes que hoy en día considero muy valiosas. Estos son los principios que considero fundamentales:
La persona que comparte trabajo y pide feedback no se toma nada personalmente. Es el primer principio. Deja el ego fuera.
La persona que presenta el trabajo aclara el feedback que necesita. Una frase tan sencilla como "antes de compartir mi trabajo, estos son los comentarios que necesito" ayuda a establecer las bases.
Las personas hacen preguntas aclaratorias antes de dar feedback. Eso insta a que en cada sesión aprendan a hacer mejores preguntas.
En consecuencia de lo anterior, los participantes de la sesión ofrecen feedback sobre lo que se les pide. Se centran en lo que ayuda.
Las personas que comparten feedback verifican si sus comentarios son de utilidad. Una pregunta tan sencilla como “¿qué acciones puedes tomar a partir de estos comentarios?” obliga a proyectar si los comentarios son accionables.
La persona de mayor con más experiencia no siempre es la primera que comparte sus comentarios. Si lo hace podría crear un sesgo de anclaje en los demás. Si eres tú quien más experiencia tiene y ves que nadie se anima, modera la sesión.
La persona que pide feedback es quien decide si realiza cambios según el feedback recibido. Es decir, tiene derecho a decidir sobre qué comentarios actuar y cuales ignorar.
Esta última fue muy importante durante la etapa de Product Hackers cuando dábamos feedback sobre hipótesis y experimentos. Al final se trataba de probar y sacar tus propias conclusiones.
Lo más importante es que estos principios ayudan a los equipos a fomentar espacios de feedback saludables. Y lo mejor es que aplican a todos los equipos.
Cómo facilitar una sesión de feedback
En el principio 6 del apartado anterior mencionaba el hecho de que si eres la persona con más experiencia no debes ser la primera en dar feedback, puesto que podrías provocar un sesgo de anclaje.
Si alguna vez organizas una sesión crítica de feedback, una revisión de diseño, producto, experimentación, visualización de datos, lo que sea en la que un grupo vaya a dar feedback sobre el trabajo de otra persona, aquí hay algunos patrones saludables a considerar.
Dejar claro sobre que damos comentarios y qué esperamos de los asistentes
Deja claro al inicio de la sesión sobre qué vamos a dar feedback. Una propuesta para rehacer un proceso, una presentación comercial, el trabajo de unión entre varios equipos, una dirección comercial, estratégica. Cuanto más acotado sea, mucho mejor para los participantes dar feedback.
Suena obvio, pero me sorprende la frecuencia con la que en mi carrera he ido a alguna reunión sin saber ni siquiera la agenda de la misma y qué se espera de mí.
Y esto me lleva a otro patrón. Deja claro lo que esperamos de todas las personas involucradas. ¿Es obligatorio dejar comentarios, que compartan su trabajo más reciente, que hagan preguntas? Hay muchas formas de dinamizar estas sesiones. De hecho, prueba a hacer obligatorio que se hagan preguntas.
Tener un facilitador
Es una de las mejores decisiones que puedes tomar. En este capítulo de Rodobo, uno de los primeros que publiqué en el podcast hace casi dos años (qué rápido pasa el tiempo) hablamos sobre facilitación.
Tu trabajo es mantener el formato, flujo de la reunión y notar quién habla más y quién no. Y esto no quiere decir que todos los equipos necesiten un facilitador, pero ayuda empezar con uno, claro.
El decisor final es quien solicita el feedback
Reitera siempre que las personas que solicitan feedback son quienes deciden qué acciones tomar y cuales no.
Esto ocurre para que las personas con menos experiencia no se sientan presionadas a actuar según el feedback de todos.
Aclara a todo el equipo que cada persona tiene su propio juicio. Y aclara que el objetivo de una sesión de este tipo es ayudar a las personas a desarrollar tu propio juicio, además de mejorar el trabajo.
No seas siempre el primero en dar feedback
Lo comentaba en los principios anteriores, no seas siempre el primero en dar feedback después de que alguien presente un trabajo. ¿Por qué? Porque así estarías evitando que otros den su feedback.
Y no importa si eres la persona con más experiencia o no, si siempre eres el primero, el grupo comprenderá implícitamente que su trabajo debe ser aprobado por tí. En su lugar espera, gestiona, observa, pregunta. Si tienes intención de fomentar un espacio para que cualquier persona pueda dar feedback y aprender a darlo, tienes que dar un paso atrás y dejar que otros intervengan primero.
¿Qué te ha funcionado a ti?
Escucha los comentarios que provienen de lugares que dan forma a tu trabajo. Al ofrecer feedback, sitúate desde una perspectiva de mejora.
Y fomenta espacios donde el feedback provenga de un lugar en el que se dé forma al trabajo. Ahí es donde emergerá una cultura sana. El momento es clave.
Ahora me interesa, ¿has creado alguna vez un espacio para dar feedback? ¿Qué prácticas te han funcionado? Déjalo en comentarios y conversemos sobre ello.
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Lo que he leído y escuchado en estas semanas
Una frase
Estamos conduciendo cada vez más rápido hacia el futuro, intentando hacerlo usando solo el espejo retrovisor. - Marshall McLuhan.
Construyendo en público
A fecha de lunes 28 de noviembre.
Suscripciones: 1.071* personas.
Tasa de apertura de la edición anterior: 52%
Clics en enlaces: 17% de los usuarios que abrieron el email hicieron clic en un enlace.
Visualizaciones de la edición anterior: 1.125 visualizaciones.
*Esto me pasa por ir rápido sin mirar. En el anterior envío confundí visualizaciones con personas suscritas. Las personas suscritas son 1.071. Si me quieres ayudar a llegar a esas 1.151 comparte esta edición.
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La foto de portada la hice en un bar de Málaga entre diciembre de 2016 y enero de 2017, no recuerdo la fecha exacta. Si te gustan mis fotos en analógico, comparto más en Instagram con el tipo de cámara y carrete que he usado.
Nada más, por ahora, nos leemos en 15 días.
Gracias.