Ante el conflicto, ¿cómo actúas?
En cualquier escenario, para pasar del drama a la responsabilidad, lo primero es admitir que no todas las tensiones de equipo son malas.
Bienvenido, bienvenida a Rodobo, un boletín quincenal que explora la relación entre el diseño de producto, la experimentación, analítica y las empresas.
Esta edición y la próxima, que publicaré el 25 de julio, serán las últimas hasta el 12 de septiembre. Aprovechando el verano y vacaciones en España, pararé en agosto y durante la primera quincena de septiembre para descansar y desconectar.
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Conversaciones
Con Isabella De Cuppis, directora de diseño y socia fundadora de Design Graduate, y diseñadora y profesora en el Instituto Tramontana.
Tenía muchas ganas de charlar de diseño con Isabella. Entre otros temas, hablamos de:
Formación en el ámbito del diseño
Su carrera desde el diseño gráfico
Cómo el diseño abarca varias disciplinas y ámbitos
Contexto, empatía, dispositivos y tendencias
Y por supuesto, de Design Graduate
Muchísimas gracias por tu tiempo, Isabella.
Te dejo el episodio aquí abajo y en este enlace.
El conflicto es inevitable
Me considero una persona que cuando ocurre algo, investiga, se documenta, analiza la situación, el por qué, y busca referencias.
Lo hice, por ejemplo, cuando en los primeros meses de la pandemia tuve que acostumbrarme a trabajar desde casa, organizarme, ser productivo y saber desconectar compartiendo el mismo entorno de trabajo y familiar. También cuando me encontraba en una situación de estrés hace unos años y leí sobre psicología.
Acostumbrado a buscar retos relacionados con habilidades técnicas cuando me encuentro en la zona de confort, últimamente sentía que el resto estaba en gestionar y crear procesos. Y sin preguntarme por qué, sin analizar cómo enfocaba lo que ocurría alrededor, me encontré en un conflicto por no alcanzar lo que pretendía, reaccionando de una forma diferente a cómo tendría que reaccionar una persona responsable.
En ese momento recordé esta imagen del libro “The One Thing”, una lectura sobre cómo la importancia de identificar y enfocarte en una tarea hará que el resto se desbloqueen como efecto dominó.
En uno de los capítulos de ese libro se menciona la forma en la que actuamos ante las cosas que nos ocurren. Llamémosle conflictos, porque el conflicto es inevitable. Y cuando ocurre, tal y como se menciona en la imagen, ¿de qué lado estás, eres responsable o eres víctima?
El conflicto no es el problema, el problema es cómo respondemos
Un equipo son personas y procesos. Y eso conlleva que las personas, puedan chocar por tener diferentes formas de comunicación, gestión, e incluso por intereses personales.
Por eso el conflicto es inevitable, porque va en nuestra naturaleza señalar a los demás cuando las cosas salen mal en lugar de adquirir responsabilidad. Y parte de esa responsabilidad radica en reconocer los roles que desempeñamos y ajustar nuestro comportamiento en consecuencia, y remar en una misma dirección, como ya mencioné en esta publicación.
De hecho, el conflicto en sí mismo no es el problema. Hay conflictos saludables en los que se pueden llegar a generar muchas ideas y una mejor colaboración si el equipo responde con responsabilidad. Porque el problema es ese, la forma en la que respondemos a cuando “ocurre algo”.
El triángulo dramático
Como mencionaba anteriormente, hace un tiempo, recordando la imagen de “The One Thing”, profundicé en esos roles de responsable y de víctima para entender por qué respondemos como respondemos ante determinadas situaciones. Leí algunos artículos que describen el ciclo de cómo se forman conflictos, los tipos de conflictos que hay, y los roles que asumimos y perpetuamos en las relaciones interpersonales.
Estos roles me parecieron interesantes para entender las razones por las cuales actuamos como actuamos. Unos roles que el psiquiatra Stephen Karpman identifica como el villano, la víctima y el héroe. Comprender cómo afectan a la dinámica del equipo es importante para poder resolver cualquier conflicto y transformar cada uno de esos roles adquiriendo responsabilidad.
Stephen empieza la identificación de estos roles mencionando que hay momentos en los que las personas se atascan, impulsadas por las emociones, en un conflicto que en la mayoría de ocasiones es innecesario.
Para salir de ese triángulo y ganar responsabilidad, Stephen menciona que las personas deben reconocer cuando se ha amplificado un problema menor, además de ver la falta de razones de peso que tiene el problema si piensas en equipo.
Roles del triángulo dramático
Pasaré a describir los roles haciendo algunas preguntas para que podamos ponernos en situación.
Empecemos por el rol de víctima. ¿Te cuesta tomar la iniciativa y tomar decisiones sin consultarlas? ¿Sientes que tus ideas o contribuciones al equipo no se valoran lo suficiente? ¿Te sientes señalado, tratado injustamente?
Como se describe en “The One Thing”, las víctimas tienden en muchos casos a iniciar el drama, rechazar la realidad, se excusan y no son proactivas en buscar soluciones sino que buscan culpables. A veces por impotencia, a veces por estar en una situación de temor. Necesitan que otra persona sea la que decida. No tienen responsabilidad.
El segundo rol que define Stephen Karpman es el de villano. Si culpas a otras personas por los problemas, si criticas el trabajo de los demás, si te cuesta mostrar empatía hacia el equipo y si en más de una ocasión te irritas al no ver avances, sin proponer, sin tener responsabilidad, probablemente estés en este rol.
El último de los roles de este triángulo es el del héroe. Aquella persona que siempre interviene para resolver los problemas y asume más trabajo del que puede manejar. Incluso cuando nadie lo ha pedido. Aquella que no delega, sin dar a los demás la oportunidad de expresar sus opiniones y encontrar, proactivamente, sus propias soluciones. Puede parecer un rol bueno, pero los héroes no permiten que los demás asuman responsabilidades.
Camino a la responsabilidad
Pasar del drama a la responsabilidad impacta, en mi experiencia, mucho en la dinámica de un equipo. Si generas drama, no crearás soluciones. Y si no creas soluciones, no promueves la colaboración, el conflicto no es constructivo y el equipo no actúa como tal.
En mi caso, empecé preguntándome por cómo contribuía, a propósito o no, al drama, para cambiarlo. Y en esa búsqueda de respuestas encontré Empowerment Dynamic como alternativa para pasar de un estado reactivo a una perspectiva más colaborativa.
Cuando adquieres responsabilidad, adquieres propiedad sobre lo que ocurre alrededor, independientemente de las circunstancias. Recuerda la imagen de “The One Thing”.
Este movimiento identifica los roles opuestos del creador, el facilitador y el retador como alternativas para generar responsabilidad.
El creador es aquel que no espera a que un héroe resuelva todo. Es quien ayuda a los demás a asumir la responsabilidad de sus acciones y enfocarse en lo que pueden controlar.
Algunas preguntas que me hice fueron: de qué forma puedo aprender de mis errores y cómo usar mis habilidades para ayudar al equipo, así como de qué forma puedo tomar el control para solucionar problemas, asumir responsabilidad de mis acciones y centrarme en lo que quiero lograr más que en el problema.
Al final, se trata de tener confianza para hacerse cargo, aceptar el fallo, y hacer que las cosas pasen.
Por otro lado, también tenemos el rol del facilitador, uno de los que más me gustan. Son aquellas personas que apoyan a los demás y dirigen sin hacerse cargo de sus problemas. Aquellas que crean las condiciones para ayudar a que otros encuentren sus soluciones. Al final, se trata de hacer más y mejores preguntas.
Lo interesante aquí es plantearte cómo puedes ayudar y animar a los demás sin hacerte cargo de sus problemas, cómo puedes fomentar un entorno de apoyo, colaboración y opinión para que todos desarrollen sus habilidades.
Por último, el retador es aquella persona que, a diferencia del villano, proporciona una crítica constructiva basada en la experiencia. Con esa crítica es como retan a los demás a plantearse soluciones alternativas.
En este punto, algunas preguntas que aún me estoy haciendo son: cómo puedo dar una critica constructiva que se pueda accionar, cómo puedo ayudar a los demás a salir de su zona de confort y cómo puedo abordar constructivamente los problemas o conflictos, con personas o con procesos.
Pasar de un rol a otro para adquirir responsabilidad no es algo que ocurra de la noche a la mañana sino que es un proceso contínuo de autoconciencia, del momento y de la situación.
Como siempre, algunas conclusiones
En cualquier escenario, para pasar del drama a la responsabilidad, lo primero es admitir que no todas las tensiones de equipo son malas. Y que no hay por qué juzgarlas como tales ni empujar a las personas a que abandonen ese conflicto.
El conflicto, con responsabilidad, puede generar ideas para una mejora en colaboración con el equipo siempre y cuando tengamos claro nuestro papel en el mismo. Es decir, que un conflicto orientado a una tarea, en el que los desacuerdos se centran en lo táctico y no en los egos, es tanto productivo como transformador.
Entender el momento, entender la situación, cambiar el drama por la responsabilidad.
Lo que he leído estas semanas
Una frase
No somos sustantivos, sino verbos. No soy solamente una cosa, un actor, un escritor. Soy una persona que realiza acciones, escribo, actúo, y nunca sé qué haré a continuación. Creo que te puedes sentir atrapado si te percibes a ti mismo como un objeto estático. Stephen Fry
Inspiración
Construyendo en público
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Gracias.
Gracias. Realmente ayudas un montón al desarrollo personal, al liderazgo.