Para tener foco, protege tu tiempo
Bloquear tiempo es todo un arte, pero es necesario para avanzar.
Bienvenido, bienvenida a Rodobo, un boletín quincenal que explora la relación entre el diseño de producto, la experimentación, analítica y las empresas.
En la anterior edición mencionaba que soy una persona que cuando tiene muchos frentes abiertos, se bloquea. Durante un tiempo pensé que no sabía priorizar cuando, en realidad, lo que no sabía era restar tareas, eliminarlas de mi lista de trabajo y proteger mi tiempo para tener momentos de foco.
Esta edición voy a explorar lo que para mí, en este momento, significa proteger mi tiempo.
Si quieres leer la edición anterior, puedes hacerlo aquí. Se titula “No se trata de priorizar sino de restar”.
Conversaciones
Con Ángela Bergua Royo sobre investigación para experiencia de usuario en asistentes de voz.
Tenía muchas ganas de hablar con Ángela porque ux research es uno de los ámbitos que más me gustan del diseño y en los que más disfruto.
Un campo en el que Ángela tiene una experiencia diferencial, de la que se pueden sacar muchos aprendizajes, que es la aplicación de la investigación de usuarios centrada en asistentes de voz.
Entre otros temas hablamos de:
Qué es la investigación centrada en usuarios
Cuál es su objetivo principal en el contexto de diseño
Qué cualidades son necesarias para poder desempeñar esta profesión
Diferencias entre investigar para un proyecto centrado en un asistente virtual con respecto a otros proyectos
Retos específicos de este ámbito de investigación y cómo se aplican las distintas fuentes de investigación
Cultura de research en las organizaciones
El papel de las humanidades y las ciencias sociales en las tecnologías que utilizamos
Muchas gracias por tu tiempo, Ángela.
Puedes escuchar la conversación en este enlace y aquí abajo.
Sobre el tiempo que tenemos
Si me conoces o has hablado conmigo en los últimos años, ya sea tanto compartiendo opinión en redes sociales, por llamada, como en persona, sabrás que he sido muy crítico con el tiempo del que disponemos.
He pasado por muchas fases, desde la cruzada con las reuniones hasta decir mucho últimamente que tenemos que proteger nuestro tiempo. En esta edición quiero explicar lo que esto significa para mí y cómo ha evolucionado en los últimos años.
Empezaré diciendo que el tiempo es nuestro recurso más valioso. Tenemos una cantidad limitada durante el día. Todos tenemos el mismo tiempo, y ya sabes, siempre hay personas en las que parece que su día tiene el doble de tiempo que nosotros.
Eso pasa porque tenemos múltiples prioridades compitiendo por nuestro tiempo. La forma en la que elijamos asignar ese tiempo determina lo que en realidad conseguimos. Puede ser una conclusión simplista pero no está tan lejos de la realidad de la situación que mencionaba anteriormente. ¿Por qué hay personas en las que parece que su día dura más de 24 horas? Precisamente por esa forma de distribuir el tiempo.
Esta simplicidad quiere decir que cuando tengo un proyecto importante, y aquí entran aquellas prioridades, no solamente profesionales sino personales, es cuando necesito reservar tiempo para asegurarme de que ese proyecto lo llevo a cabo.
Simplificando aún más, por proyecto me refiero a todo aquello que hacemos. Hacer deporte, pasar tiempo con la familia, escribir esta newsletter, pasear, salir a comer fuera de casa. Hay que bloquear ese tiempo para que podamos llevarlo a cabo.
Decir esto es más fácil que hacerlo, especialmente en la práctica, donde tu proyecto puede ser desplazado por todas las demás actividades que compiten por tu tiempo ese día.
Y aquí llegamos a las distracciones.
Las distracciones
Imaginemos que empiezo la semana con el objetivo de pasar un tiempo determinado en un proyecto, y que incluso bloqueo parte de mi tiempo para ello.
Inevitablemente, a pesar de tener ese tiempo bloqueado, pueden surgir muchas interrupciones a lo largo de los días. Emails que se acumulan sin respuesta, llegan notificaciones por varios canales con preguntas rápidas o solicitudes urgentes.
Algunas de ellas, distracciones breves que a veces se podrán contestar de forma rápida. Otras son lo que me gusta llamar como madrigueras, aquellas distracciones que terminan requiriendo mucho tiempo.
El problema en este punto no son las reuniones, como tampoco las distracciones o las preguntas. Lo es el proceso, del que he escrito muchas veces, los son los patrones de comunicación y cómo se empoderen las personas para tomar ciertas decisiones desde su responsabilidad.
Por eso, si no protejo un poco de mi tiempo, terminaré la semana sin saber a qué he dedicado mi tiempo y sin saber si es un problema de priorización o de foco. Terminaré pensando que no se me da bien priorizar, cuando la realidad es que habré dedicado muy poco tiempo a ese proyecto importante, prometiéndome asignarle más la siguiente semana.
Aunque lo más probable es que siga posponiéndolo sin cambiar este comportamiento, afectando tanto a los proyectos a corto como a los de largo plazo.
Y entonces, ¿qué sale mal?
Esto va muy unido a lo que escribí en la anterior edición, no se trata de priorizar sino de restar y de proteger tu tiempo. No se trata de no contestar porque, definitivamente, hay que reservar tiempo para contestar y estar disponible, sino que se trata de evitar interrupciones constantes y tener tiempo para concentrarte en proyectos significativos.
Otro punto en lo que puede salir mal está relacionado con el trabajo en remoto. Para quienes trabajamos en remoto, bloquear tiempo de foco y alejarse de emails y notificaciones es más difícil. Intentamos medir la productividad por lo presente que estás, por lo rápido que respondes, pero solo porque respondas rápido no significa que estés haciendo trabajo crítico.
Si no has leído lo que publiqué hace unas semanas “Olvida el cómo, céntrate en el qué” deberías darle un repaso porque hay ideas muy relacionadas a la forma de encontrar el foco, a centrarnos en lo realmente importante en un proceso.
Ideas para tener tiempo de foco
Defino tiempo de foco como aquellos espacios de tiempo en los que puedes concentrarte en una tarea, en actividades cognitivamente exigentes, con pocas distracciones. Y proteger el tiempo, tener tiempo de foco, significa reservar espacios para ello.
Y esto no tiene por qué ser siempre un bloque de horas en tu calendario, reservado todas las tardes, sino cualquier momento en el que te sientas cómodo y con energía.
En alguna edición he comentado que en el último año y medio he tenido que aprender a trabajar más rápido. Es decir, hacer lo que ya hacía cada vez en menos tiempo.
Ese ha sido mi principal reto profesional. Los plazos y el tiempo disponible son grandes motivadores. Optimizar al máximo los recursos en lo táctico para tener más tiempo en lo estratégico. En ello ha sido muy importante conocer los plazos y descomponer el proyecto en hitos.
Y esto parte de, todas las semanas, e incluso días, decidir cuál es la prioridad más alta y la que más impacto tiene en el proyecto en el que estoy trabajando. Y para mí, esto se consigue escuchando diariamente al equipo, sus bloqueos y sus necesidades. Y es que creo que cada una de las personas que colaboramos de forma activa con otros equipos deberíamos practicar la escucha activa antes de tomar cualquier decisión en lo que respecta a la organización de tareas.
Y esto me lleva a eliminar distracciones. Cualquier persona que haya trabajado conmigo sabe que cuando comparto pantalla, sea en remoto o en una sala en la oficina, lo hago con las pestañas que necesite para avanzar en ese proyecto. Esto no es casualidad sino que es una forma de eliminar distracciones.
De forma complementaria, desactivo notificaciones siempre que lo necesito, especialmente los sonidos, sin que esto suponga estar desaparecido. Porque si te preocupa perder algo crítico, establece algunos descansos para revisar las notificaciones.
Algunas conclusiones, como siempre
Bloquear tiempo es todo un arte, pero es necesario para avanzar. Incluso por encima de priorizar. Ya sea de forma individual para trabajar en tareas concretas como sesiones en equipo para resolver dudas generales de un proyecto.
El objetivo es tener tiempo para ello, para desbloquear, minimizar riesgos y establecer responsabilidades y próximos pasos. Y lo más importante, descansa. Asegúrate de hacerlo cada cierto tiempo. Levántate, camina, estira. Aunque no reserves tiempo para ello, tenlo siempre presente cuando aparezca un bloqueo.
Lo que he leído estas semanas
Una frase
La vida no es un problema que hay que resolver, sino una realidad que hay que vivir. Søren Kierkegaard
Construyendo en público
Suscripciones: 2.040 personas. Muchísimas gracias.
Tasa de apertura de la edición anterior: 49%
Clics en enlaces: 8% de los usuarios que abrieron el email hicieron clic en un enlace.
Visualizaciones de la edición anterior: 1.950 visualizaciones.
Si te gusta mi contenido, lo mejor que puedes hacer es compartirlo. También he habilitado una página en Ko-fi para que puedas invitarme a un café.
Nada más, por ahora, nos leemos en 15 días.
Gracias.
Qué sencillo parece y qué complicado es! 😅