No todas las personas se preocupan por la organización
No todas las personas en un equipo tienen que preocuparse por los procesos, la organización, la estructura, el orden.
Bienvenido, bienvenida a Rodobo, un boletín quincenal que explora la relación entre el diseño de producto, la experimentación, analítica y las empresas.
Feliz año 2025. Muchas gracias por leerme un año más.
Ya estoy de vuelta después de unas semanas de navidad que he pasado enfermo. Cuando no era gripe, era gastroenteritis. Vaya forma de terminar y empezar el año.
Por este motivo he necesitado de una semana más para descansar, organizar los próximos meses, los temas sobre los que quiero escribir, las conversaciones que me gustaría tener en el podcast y, por supuesto, para esta edición. Un artículo en el que llevaba pensando un tiempo.
Lo que para ti es una prioridad, para otras personas sólo es un detalle
Cada vez disfruto más pensando en cómo hacer mejor nuestro trabajo. Veo cada reunión a la que voy como una oportunidad para analizar cómo se comunica el equipo y cómo se toman las decisiones.
Cada conversación sobre un presupuesto es una oportunidad para cuestionar y reflexionar los métodos tradicionales y proponer una forma diferente de distribuir los recursos. Incluso cada vez que surge el tema de la compensación, pienso y abogo por una mayor equidad y transparencia.
Porque es así como siento que realmente podemos provocar un cambio en la forma en la que trabajamos. Pero, ¿sabes qué? También he descubierto que no todo el mundo lo ve de esa manera.
Para muchos, lo que se conoce como diseño organizacional, procesos u operaciones en función de la organización, es solamente una capa de gestión. Y hay personas a las que no les interesa la gestión. Quieren seguir estando enfocados en su trabajo diario de forma individual.
No es falta de interés, es exceso de prioridades
A veces hablo con personas que trabajan en grandes empresas sobre la forma en la que evitan cualquier oportunidad de gestionar porque prefieren centrarse en su especialidad, sea la que sea. Diseñar, desarrollar, investigar, analizar, etc.
En este sentido, es posible que algunas de las personas con las que compartes equipo les encanten algunas de tus ideas, pero que cuando les pides que lideren un cambio o una iniciativa, suelan dudar. No es porque no crean en la importancia del cambio, sino porque tienen otras prioridades más urgentes.
Me ha pasado algunas veces el típico “es interesante pero es que ahora mismo tengo otras prioridades”. Y la realidad es que no se aplica solamente a desarrolladores, diseñadores o cualquier otra disciplina, sino que es una situación compartida. De hecho, conozco muchas personas a las que les gusta pensar en cómo hacer mejor nuestro trabajo pero, al final, la urgencia diaria siempre gana. Y ese es el gran problema.
Por qué algunos conceptos no son intuitivos para todos
Muchas veces, cuando he intentado explicar la importancia de ordenar, la necesidad de tener una estructura, un proceso claro, un lugar al que recurrir, hay personas que no “entienden” cómo algo que tienen tan interiorizado en sus dinámicas diarias puede ser mejor.
Muchas personas me escribisteis a raíz de esta publicación de LinkedIn para decirme que nuestras creencias no son obvias para todos y que lo que es intuitivo para nosotros, lo es porque hemos vivido experiencias que nos llevaron a cuestionarlas y creer en ellas.
Entonces, ¿por qué no se comprende? No se comprende porque la realidad de otras personas no es la tuya. Tú has estado en equipos donde el exceso de control presupuestario mata la creatividad y la organización, por eso propones otra forma de hacerlo. Pero también es válido cuando tus compañeros han vivido una situación diferente. Para ellos, los presupuestos, por seguir con el ejemplo, son una forma de defender un buen trabajo y de justificar más recursos en el futuro.
Por seguir con más ejemplos, es posible que tú hayas visto cómo colaborar desde las primeras fases entre diseño y desarrollo, genera mejores resultados, pero es posible que para otras personas, “involucrar a desarrollo desde el principio” haya sido un dolor muy frustrante en el pasado, porque no sabían cómo participar en la fase de descubrimiento y definición.
Pues es que para eso sirve pensar en cómo poder hacer mejor nuestro trabajo. No sirve de nada huir de los problemas, guardarlos bajo la alfombra. Para mejorar hay que escuchar otras perspectivas y ver más allá de tu terreno.
En mi caso va dentro de mí preguntar “¿cómo vas, necesitas algo, puedo ayudarte?”, porque creo firmemente que cuando las personas están cómodas, se trabaja mejor, se colabora más y, en el fondo, se es más feliz durante el tiempo que trabajas.
¿Qué experiencia te hizo pensar así?
En su libro “Think Again. The Power Of Knowing What You Don't Know”, Adam Grant propone una técnica que me parece muy interesante para entender perspectivas opuestas. En vez de preguntar “¿Por qué crees eso?”, pregunta “¿Qué experiencia viviste que te llevó a pensar de esta forma?”.
Lo hace así porque cuando la pregunta es "¿Por qué?", es normal que la persona se ponga a la defensiva, tratando de justificar su opinión, pero cuando preguntas "¿Cómo llegaste a esa conclusión?", la persona reflexiona sobre su propia experiencia, abriendo la puerta a conversaciones más ricas y menos confrontativas.
Piensa en ello la próxima vez que alguien cuestione tu propuesta y pregúntale por qué experiencia le hace pensar que esta forma es mejor. Probablemente escucharás muchas historias interesantes y con ello tendrás algo más de información que un simple “no creo que funcione”, porque estas historias son las que te ayudarán a entender su perspectiva.
No se trata de imponer creencias sino de construir en el entendimiento
Seamos sinceros, nadie quiere que le impongan una creencia. Por eso cuando compartimos nuestra experiencia y opinión en redes sociales siempre se genera debate. Y eso es bueno porque tampoco debemos esperar que otras personas acepten tus opiniones sin cuestionarlas. Lo importante está en entender sus experiencias, porque es la forma, la oportunidad real, de generar cambio.
Por ejemplo, si sabes que un diseñador valora la eficiencia en el proceso de diseño, no intentes “convencerle” de una nueva metodología de investigación diciendo que es mejor para ser más productivo. Mejor explícale cómo esta metodología le permitirá evitar iteraciones innecesarias, reducir correcciones por parte de cliente, entender al usuario y el negocio y, en consecuencia, diseñar de forma más eficiente.
Y es que como decía antes, con el paso de los años he aprendido que no se trata de imponer sino de empezar preguntándote qué es lo que motiva a las demás personas. Hacer el esfuerzo por entender qué les importa a tus compañeros es lo primero. Escuchar sus preocupaciones, descubrir sus prioridades, entender qué objetivos tienen y cuáles son sus expectativas, porque si consigues alinear tus propuestas de organización con esas motivaciones, verás cómo hay resistencias que desaparecen.
Por esto mismo mencionaba antes que va dentro de mí preguntar a las demás personas si están bien y si puedo ayudar.
Como siempre, algunas conclusiones
No todas las personas en un equipo tienen que preocuparse por los procesos, la organización, la estructura, el orden. A los diseñadores les gusta diseñar, a los desarrolladores, desarrollar. A todas las personas nos debe gustar principalmente nuestro trabajo. No intentes cambiar eso.
Lo que puedes hacer es mostrar cómo un nuevo proceso, una forma de organizarnos, por ejemplo, puede hacer el trabajo más fácil, más sencillo. Pero para conseguirlo, primero hay que entender la perspectiva de los demás así que pregunta, escucha y adapta tu enfoque. No se trata de cambiar creencias, se trata de cambiar cómo presentamos nuestras ideas para que generen cambios de comportamiento.
Nuevo episodio en el podcast
Con Pilar de la Banda, brand & product designer.
Pilar es una diseñadora multidisciplinar especializada en marca y producto digital, con un enfoque que combina estrategia e investigación para crear conexiones entre marcas y personas. Entre otros temas hablamos de:
Qué es practicar diseño
La identidad en diseño visual
Cómo afectan las referencias que tenemos
De qué parte el diseño y cómo se empieza a diseñar
Colaborar con otros equipos, marketing, desarrollo, etc.
Con quién se hace diseño en una organización
Comunicación y visibilidad de objetivos
El impacto de la cultura en el tipo de manager que eres
Cómo afecta la coherencia visual en la percepción de uso y en los objetivos de engagement, conversión, ventas, etc.
Muchísimas gracias por tu tiempo, Pilar.
Te dejo el episodio aquí abajo y en este enlace.
Lo que he leído estas semanas
Una frase
And those who were seen dancing, were thought to be crazy, by those who could not hear the music. Friedrich Nietzsche
Me parece interesante sobre lo que reflexionas, yo, como freelance que soy, suelo entrar en proyectos que requieren integración en equipos multidisciplinares por lo que son frecuentes las fricciones vinculadas al background y, además, colaboro con empresas con culturas muy diversas, lo que también produce otro tipo de fricciones.
¿Qué hago para intentar salvarlas (por lo menos, estas últimas? Me gusta comenzar las conversaciones con los agentes claves del ecosistema preguntando por las expectativas depositadas en los proyectos que se inician, así como por las limitaciones o líneas rojas que creen que no habría que cruzar.
Gracias a esta preguntas, obtengo un marco de referencia que evita desviaciones una vez el proyecto "coge velocidad".